lunes, 20 de julio de 2009

Mi placer de leer

Existen varias personas que no se sienten atraídas por la lectura. De este grupo, son pocos los que se animan a tomar un libro y a dejarse llevar por él. Poco a poco, se van dando cuenta de lo maravillosa que puede ser la lectura y como puede llegar a resultar un placer.

Al leer un libro, varios sentimientos se despiertan en mí. Primero, me siento atrapada por el libro; como si un vínculo se creara entre este y yo. Tengo la necesidad de no dejarlo ir, me intrigo y me pongo ansiosa por saber que va a pasar a continuación. Uno escoge al libro sin saber que aventuras te esperan dentro de él, un mundo fascinante nunca antes visto. La ventaja es que cada uno puede interpretar este mundo de manera diferente y ver las cosas desde diferentes puntos de vista, por eso se dice que un libro es algo muy amplio.

Un libro es también un refugio, donde nos podemos esconder cuando queramos. Asimismo, nos hace reflexionar e imaginar libremente, nos brinda enseñanzas y nos divierte. Es además un buen amigo que nos muestra su intimidad y está dispuesto a oírnos. Cuando pasemos por un momento difícil, siempre habrá un libro dispuesto a ser leído, a acompañarnos y a “consolarnos” con sus palabras.

Finalmente, puedo decir que un libro es algo increíble, donde nos atrevemos a entrar sin saber lo que buscamos. No es tan común que se disfrute tanto la compañía de un objeto, pero ¿cómo no disfrutar de algo que nos inspira confianza, nos enseña y que inevitablemente nos engancha?

STEFANÍA VINDROLA (PERÚ)