lunes, 15 de marzo de 2010

Un texto- LA historia

La historia, las películas y las autobiografías de los sobrevivientes del exterminio Nazi, nos tienen acostumbrados a ver la Segunda Guerra mundial desde el punto de vista del sufrimiento de los judíos, mientras que la mayoría de personajes alemanes son retratados como personas incapaces de mostrar afecto pero sí mucho odio. Esto nos lleva a generalizar y en nuestras mentes llevamos grabado el mensaje de que todos los alemanes eran detestables.

Lo que me llamó la atención del libro “La Ladrona de Libros” fue que si bien habla de la segunda guerra mundial, nos muestra una faceta diferente de ella. Para empezar la narradora es la muerte, que a diferencia de lo que creemos es descrita como un ser sensible, cansado de tanto sufrimiento y que se siente identificada con Liesel Meminger, la protagonista del libro. Liesel es una niña alemana que sin importar su nacionalidad también se ve afectada por la guerra. Creo que la importancia del libro es cómo el autor, Markus Zusak, logra crear personajes alemanes que están en contra de la guerra pero que no muestran sus opiniones por temor a lo que les podría pasar a sus familias y a ellos mismos.

Recomiendo este libro porque nos da la oportunidad de tener una visión distinta de la guerra, ayudándonos a entender que las motivaciones que llevan a los líderes de un país a iniciar una guerra, no son siempre compartidas por sus habitantes.
CAMILA MASINI (Perú)

miércoles, 3 de marzo de 2010

Bienvenidos al 2010!

Empezamos el año escolar llenos de proyectos. Sin ser muy ambiciosas en nuestros sueños esperamos recibir muchas colaboraciones de nuestros alumnos en el 2010.
Muchos ya conocen el Blog, algunos recién lo descubrirán... En su andar irán leyendo muchas ideas nuevas, comentarios útiles con los que estén o no de acuerdo. No obstante, lo importante es que encuentren en este espacio un lugar donde comentar, leer, intercambiar todas aquellas ideas que surgen al enfrentar alguna lectura.
Dudas, preguntas, emociones: todas serán bien recibidas.

Claudia y María de los Ángeles