En esta historia se desprenden sentimientos de rencor, rebeldía, y sobre todas las cosas "tristeza".
Cuéllar era un chico inteligente, bueno, sincero y compañero, hasta que todo cambio cuando tuvo un "accidente". Ya su vida no podía ser como antes. En él perduraban la vergüenza y la envidia, tanto hacia sus amigos como hacia el resto de la gente. No se le hizo fácil seguir adelante, su discapacidad impedía que vuelva a ser ese niño. Sus acciones, en algunas ocasiones vergonzosas e inesperables, lo alejaban de la sociedad. Por lo tanto era inevitable, su tristeza debía transformarse en muerte.
CAMILA MOREYRA_ARGENTINA_
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