miércoles, 12 de mayo de 2010

Premio VIVALECTURA 2010

para todos nuestros alumnos; sin ellos, esto no sería posible...

Ganar es bueno pero cuando uno lo hace en equipo, es mejor. En este Blog estamos de fiesta, fiesta colectiva, fiesta que rompe fronteras.

El Premio VIVALECTURA 2010 celebra la motivación y promoción de la lectura. Lo organiza el Ministerio de Educación de Argentina, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y la Fundación Santillana. Estas entidades buscan justamente premiar experiencias educativas que logren difundir la lectura. En la dura competencia de 514 proyectos de todo el país, quedamos -en la Categoría Proyecto de Escuela- en Tercer lugar: Primera Finalista.

Nuestra alegría ha sido enorme y sigue siendo enorme. Seamos sinceros: un premio es una caricia para el alma, una señal pública que nos dice que lo estamos haciendo bien. Somos parte de una sociedad que está acostumbrada a criticar, a señalar el defecto, el error... por ello, esto ha sido doblemente importante.

Hace tres años nos embarcamos en este maravilloso proyecto y siempre encontramos un grupo de adolescentes que está dispuesto a acompañarnos. Los tiempos van cambiando, pero la literatura sigue estando al alcance de todos; la literatura sigue siendo un nexo, un puente, un vaso comunicante.

Nuestros alumnos son nuestra mejor motivación y de hecho, como docentes sentimos que cada paso que dan en el maravilloso mundo creativo de la literatura les sirve para ingresar a un universo inacabable. Pero por sobre todas las cosas, cada una de sus publicaciones es un TROFEO en nuestros corazones.

lunes, 10 de mayo de 2010

El sentido de pertenencia

Es importante sentir que uno pertenece a un grupo, en el cual se siente cómodo y seguro. Lo que pasó con Cuéllar es que él se sentía menos que sus amigos, aunque no estaba solo se sentía incomprendido. En un principio sus amigos le demuestran su apoyo. Sin embargo, ellos crecen, se vuelven jóvenes y maduran. No obstante Cuéllar se quedó estancado. Para sus amigos el hecho de la castración ya había pasado, ya no le daban importancia. Cuéllar seguía siendo inmaduro, pensando en su castración quería llamar la atención. Sus amigos llegan a aburrirse y por lo tanto lo dejan seguir su camino.

Debido a que la historia está narrada desde distintos puntos de vista, pero no en el de Cuéllar nos demuestra varios aspectos. Primero que para sus amigos Cuéllar estaba pero no pertenecía a su grupo. Es decir era de alguna manera dejado de lado. Sin embargo todavía ellos se preocupaban por él. Sus amigos intentaron sacarlo del mundo en el que Cuéllar mismo se estaba metiendo. Al ver que era imposible deciden dejarlo ir. “Cuéllar entró a trabajar… ahora se corregirá, se volverá un muchacho formal. Pero no fue así, al contrario.”

DANIELA ROCÓN (Perú)

viernes, 7 de mayo de 2010

La masculinidad en "Los Cachorros"

Como la sociedad de esa época era machista, la masculinidad era importante. El grupo llega a la etapa de la adolescencia, donde se va desarrollando este aspecto. Ellos se dan cuenta de que Cuéllar se siente menos por el hecho de perder lo que perdió. Al comienzo sienten lástima por su amigo y lo apoyan. Pero medida que van creciendo, sus intereses cambian, no se puede pensar lo mismo de Cuéllar. Se dieron cuenta de que, a diferencia de ellos, le costaba mucho tener una relación amorosa con la chica que quería. Lo ayudan a dejar atrás su inseguridad pero aún así, el no avanza con ellos.

Poco a poco, el grupo va dejando atrás el accidente. Ya pasó y sus efectos también. Ellos creen que para él también pero se dan cuenta de que para él no.
'Comenzó a flojear y sacarse malas notas'
Se aleja de los estudios, que eran su fuerte. Se ven obligados a aceptar que su amigo ya no es el mismo.

Juegan un papel importante en su vida ya que ellos eran los que lo aconsejaban. Él podía confiar en que nunca lo dejarían de lado. Pero él se alejaba sólo, ellos no lo excluían. Ellos siguen con él y se dan cuenta de que al sentirse menos, hace actos peligrosos para 'recuperar' su masculinidad.
'Cuéllar comenzó a hacer locuras para llamar la atención'
MICHELA BENAVIDES (Perú)

jueves, 6 de mayo de 2010

La mentira

Mentir está en el razonamiento de los humanos, ya sea para causar dolor o alegría. Algunos se justifican y dicen que usan la mentira por piedad, es decir engaños piadosos o al menos es lo que creen. Este sentimiento ha viajado por el tiempo y llegó a una historia desconcertante: Los árboles mueren de pie.

Balboa, un abuelo sensible y honesto, tiene como nieto a un patán, Mauricio. Están enfrentados por un pasado abrumador que crea un presente fraudulento. Balboa desea tener un futuro feliz con su esposa, Eugenia, quien añora la presencia del que ella cree su nieto pródigo. Esta creencia fue posible por las falsas cartas que escribía su esposo en nombre de su nieto. Este hecho osado del abuelo incrementa el engaño del que ya no puede salir. Por lo tanto, contrata una pareja de actores para representar a su nieto y su esposa. La mentira que alegoriza esta trama es la del presente fortuito y fingido de Mauricio, desencadenando una marejada de falsedades.

Balboa miente por piedad a su esposa, y los actores envueltos en la trama, creen que lo hacen para ayudar a que Eugenia sea feliz, sin embargo en sus inconscientes se quieren salvar así mismos: Marta o Isabel, de su vida triste y solitaria; y el falso Mauricio de su exagerado idealismo. Pero es la abuela la que mantiene el engaño de pie como un árbol, porque necesita esa dicha y además, lograr la de todos los que ella ahora ama. En esta obra “la mentira” es parte de la felicidad de todos sus personajes.

Javier García - Argentina

martes, 4 de mayo de 2010

Una mujer sin voz

Otelo, es una historia de mentiras, traiciones, rencor, resentimientos, dolor e injusticias.

Leyendo la obra se ve que Otelo fue muy injusto al no creer en las palabras de Desdémona, que manifestó ser inocente hasta el último momento de su vida. ¿Pero él tenía otro camino para seguir? Yo diría que cualquiera que se encuentre cerca de Yago estaría en peligro de convertirse en un Otelo. Pues el malvado personaje le envenenó la cabeza diciéndole mentiras acerca de Desdémona y Cassio.

Yago fundamenta su acción diciendo que odia al Moro ya que supuestamente se habría acostado con su mujer, pero ni siquiera lo supo con certeza. En realidad es un pretexto porque tampoco le importaba su mujer. Igualmente comienza con su plan y sus engaños.

En esa época, la voz de las mujeres no eran escuchadas, y por eso la palabra de Desdémona y su intento por defenderse se desvanecían ante el poder de los hombres y su corrupción, en otras palabras la opinión o los actos de Desdémona no tienen ninguna importancia para su marido, porque este solo escucha las intrigas que planea Yago, nublándole la mente.

Entiendo que al ser una tragedia sus personajes deben morir, asesinados unos a otros, o por medio de suicidios. Por lo tanto, en mi función como lectora, debo buscar una explicación en Otelo; por eso mi conclusión es que la falta de diálogo, confianza, la desvalorización de la mujer, genera tanta violencia. Otelo decía amar a Desdémona, no se pone en duda que sea así, pero este amor no le alcanzó, prevaleció en él “las palabras de un hombre” Yago.

Ana Tejerina - Argentina

domingo, 2 de mayo de 2010

Los cachorros

Una novela realmente asombrosa que habla de la libertad, la amistad y la autodiscriminación.

Cuéllar ya desde chico era una personal sentimental e inteligente, sin embargo un accidente le cambio toda su vida.

Su libertad quedó confundida por error de sus padres – tal vez por sentirse culpables - que lo dejaron al libre albedrío. No le enseñaron que en la vida hay que enfrentar las dificultades. Por tal motivo se autodiscriminó, creyó que su hombría solamente pasaba por tener genitales. Si bien es sabido que realmente el accidente que tuvo fue atroz; creo que no intentó buscar la forma de superarlo, de admitir su condición. En otras palabras de aceptarse para ser aceptado, Solo pensó en el rechazo social; y el miedo a esto lo hostigaba.

La pregunta es ¿Por qué eligió morir? Porque se sintió solo, sus amigos que siempre se mostraron incondicionales e hicieron todo lo posible para mitigar su dolor, ya no estaban como antes. El recuerdo de esos momentos provocó que se quedara sujeto en su infancia, ya que allí sentía que estaba en igualdad de condiciones. Su máxima libertad y adrenalina la conseguía cuando conducía su auto a velocidades extremas, hasta que encontró la muerte.

Florencia Yazmín Nadal - Argentina

sábado, 1 de mayo de 2010

¿Por qué no le avisaron?

Hay varias razones por las que la gente del pueblo no ayudó a Santiago Nasar. Una por ejemplo, es el hecho de que el obispo visitaría el pueblo. Éste era un pueblo de tal vez los años 40 que estaba aislado del resto del mundo, y recibir a alguien tan importante era extraño. Entonces todas las personas estaban concentradas en el obispo, a quien al final solo se le vio de lejos, y no en el rumor de que los hermanos Vicario iban a matar a Santiago Nasar.

Otra razón es que no mucha gente le daba importancia o simplemente no creía que en realidad los Vicario fueran a matar a Santiago Nasar. Pedro y Pablo Vicario nunca fueron violentos (al parecer) ya que la gente se comportaba de manera indiferente e incrédula, y pensaban que no matarían a nadie porque eran “de catadura espesa pero buena índole” (p.24). Venían de una familia decente y honrada, y lo que quisieron ellos fue devolverle el honor que les había quitado, según Ángela Vicario, Santiago Nasar.

Pero el motivo más importante era ese, el del honor. Todo el pueblo se había enterado de que Ángela Vicario había sido devuelta a su casa por Bayardo San Román casi después de su boda porque no era virgen. Todos sabían que eso avergonzaría a la familia, y todos sabían que los Vicario iban a tener la necesidad de recuperar su honor. El pueblo respetaba esto, lo entendía, y no pensaba interponerse en su camino. Los hermanos estaban totalmente determinador a matar a Santiago Nasar pues ellos creían que él era quien le había quitado la virginidad a Ángela, y que por eso Bayardo San Román la había devuelto.
MELANIE ARANA (Perú)