Desde el comienzo de la novela está presente el rol femenino controlador. Es éste el que mantiene a la familia Buendía unida hasta el final. Este rol es muy importante pues hace entrar en razón a los mayores cuando tienen una idea loca sin sentido: “La tierra es redonda como una naranja. Úrsula perdió la paciencia. Si has de volverte sólo, vuélvete tu solo, gritó”. También son las mujeres las que se encargan de la infancia de los niños y las que hacen posible la siguiente generación de los Buendía. Ellas son el lazo que une a esta familia, apartándola de la locura, evitando que hagan lo incorrecto ni lo decepcionante. Pero para estas mujeres su objetivo primordial es evitar la soledad; ser capaces de amar.
Una de las mujeres que podemos tomar por ejemplo es la progenitora de la familia: Úrsula. Ella lucha toda su vida para mantener a la familia lejos de la locura, los fusilamientos, etc. No quería ver a sus descendientes haciendo cosas de las que se podrían arrepentir: “Sé que fusilaras a Gerineldo…te lo juro ante Dios, que te he de sacar de donde te metas y te mataré con mis propias manos”. Hace todo lo posible para que no hagan nada incorrecto. Sin importar su vejez ella mantiene la casa, a los niños y a los problemas cotidianos. Ella quiere vencer la soledad en la que vive el coronel, y otros de sus descendientes. Ella es la mujer más importante de la obra pues mantiene a la familia en pie.
Joseph Oldham (PERÚ)
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