jueves, 21 de mayo de 2009

La condena de la soledad

"Las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra".
Todos en la estirpe buscaban la soledad y así se quedaron por el resto de sus vidas. Muchos de ellos tuvieron hijos pero nunca se llegaron a amar de verdad y por eso de alguna forma se sentían solos. También estaban rodeados de amigos y familiares pero estaban condenados a la soledad. No iban más allá de si mismos y repetían sus errores. Así lo cuenta Melquíades y es por eso que sabe el orden del tiempo y del comienzo y el final de esta estirpe maldita. No hay segunda oportunidad, la estirpe había desaparecido.
Adriana Campos (PERÚ)

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