domingo, 13 de junio de 2010

El amor

El amor te puede cambiar, así como cambió Cuéllar por Teresita. Por un tiempo dejó de ser el patético Pichulita para transformarse en otro hombre. Empezó a comportarse bien con las muchachas, a mostrarse más sociable. “Le había llegado la hora se había enamorado”.

En los instantes que estaba a su lado podía sentir que eran los minutos más felices de su vida, que su corazón iba a explotar de tanta felicidad. No obstante pasó el tiempo y ese mundo de ensueño se derrumbó. Él nunca se animó a decirle que la amaba por vergüenza a su discapacidad. Podríamos creer que todo indicaba que Teresita lo iba a aceptar de todas formas. “Le lanzaba indirectas y hasta se le declaraba jugando, mi pareja serás tú”, “Pero con las coquetas como teresita nunca se sabía, parecía que sí y después no, acaso no salía tanto con él, en las fiestas no bailaba sólo con él…” ¿Lo hubiera aceptado?, La respuesta es una incógnita; ya que él nunca se animó.

El amor lo cambió por un largo tiempo, luego retrocedió al ver que Tere se enamoraba de Cachito. No hay dudas de que el amor te puede cambiar, para bien o para mal. En este caso sucedieron ambas situaciones, por un tiempo fue el Cuéllar de antes, pero cuando perdió su oportunidad de amar, volvió a convertirse en un patán. Sólo intentaba llamar la atención de Teresita y al darse cuenta que no lo lograba empezó a jugar con su vida. Fue así como no sólo perdía el amor de una mujer sino también el de sus amigos. Ellos ya estaban grandes, asumían sus compromisos y él se había quedado fijo en el tiempo de los recuerdos.

Rocío Saez - Argentina

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