martes, 15 de junio de 2010

El precio

Soriano era el amante de Nélida, cuya infidelidad le fue cobrada muy cara. Su sangre fue derramada por la sed de venganza de Elena. Lo consideraba el asesino de su padre.

Nos preguntamos por qué Elena llegó a los extremos inexplicables de incentivar su muerte. La respuesta es clara, para que su madre sufriera en carne propia lo que es perder a un ser querido, quería que sintiera ese dolor desgarrador que ni el tiempo puede borrar. Es decir, una herida que nunca cerrará.

Pero Elena en su sed de venganza se olvidó de su hermano, Orestes. No tuvo pena por él. Para convencerlo de que mate a Soriano, le profirió un montón de humillaciones y por sobre todas las cosas lo sacrificó. Orestes tenía que manchar sus manos con sangre para poder ser un Morales y así ser aceptado por su hermana y por su padre. “¡Hasta Soriano fue más hombre!... Mañana todo el mundo se te va a reír en la cara. ¡Miren al hijo del Pancho Morales! ¡Al felón!”

¿Por qué Elena incitó a su hermano a vengarse y no lo hizo ella? Porque Orestes, según su hermana, no tenía nada que perder, ya había estado preso y en su inconsciente no era un Morales. Y es por eso que Orestes lo mató; para sentirse parte de la familia. Intentó dejar las cosas como estaban, pero el sentido de pertenencia fue más fuerte. Cargará en su conciencia haber asesinado a Soriano y tal vez a un inocente; siendo este el precio que tuvo que pagar para ser un Morales.

“Orestes: - Yo quería saber… ¡¿Por qué hay que pagar pa’ ser un Morales?! ¡¿Quién ha puesto el precio… y dónde está aquel que da, sin pedir nada a cambio?!

Micaela Mercado – Argentina

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