El señor John Bland fue engañado por la señora Emma Greenwold, su vecina. John, para mí se desmayó del susto, no se murió. Todo lo que le iba pasando era causado por el miedo. Ella había pensado que este señor la quería matar, pero él sólo estaba contando como podría ser su siguiente novela. La anciana hizo que el señor Bland creyera todo lo que ella había dicho, planeó un juego psicológico que le invadió el cuerpo.
“Al principio sólo sentirá un malestar en el estómago, y un hormigueo. Él notó que sus dientes comenzaban a chocarse, los apretó. Pero aún sentía el temblor en su mentón. Bajó la cabeza lentamente y se percató de que también sus manos estaban temblando”.
María Sol López - SB 4 - Argentina
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