miércoles, 9 de septiembre de 2009

"El amor, mucho más valioso que el dinero"

Cuando comienza la historia, Gregorio Samsa, vendedor de comercio, era feliz con sus padres y con su hermana. Era un buen hombre, caritativo siempre ayudando a los demás: "Gregorio alimentaba la secreta esperanza de mandar a la hermana el año próximo al conservatorio, sin reparar en los gastos que esto habría forzosamente de ocasionar", Diligente: "Que cansadora es la profesión que he elegido. Siempre de viaje" Y muy querido por su familia, por que él era el encargado de la casa y de pagar una deuda de sus padres. Por este motivo tiene que soportar a su jefe: "Pero lo que es la esperanza, todavía no la he perdido del todo. En cuanto tenga reunido el dinero necesario para pagarle la deuda de mis padres -unos cinco o seis años todavía-."
Cuando sucede la metamorfosis, él ya no puede trabajar, y entonces no habría dinero en su hogar: para las compras, ni para pagar las deudas, por lo tanto, alguien de la familia debía trabajar: "Ya el primer día expuso el padre, a la madre y a la hermana los de la situación económica familiar y las perspectivas que pronto deberían afrontar." Por esta razón, nadie atendía bien a Gregor, por que ya no lo necesitaban, ahora se había convertido en un estorbo. Después de su metamorfosis lo ignoran, como si no existiera. Y aquí es cuando se demuestra que nunca lo quisieron como se debe querer a un hijo, ellos querían su dinero no su ser. "Sus padres no lo comprendían tan bien como él, por que en el transcurso de los años habían llegado a hacerse la ilusión de que la posición de Gregor en aquella casa solo con su vida podía acabar".
Estos no son padres, son un par de interesados que no tienen amor respecto a sus hijos, también son cómodos, dependían de Gregor para todo. Yo creo que si su familia lo hubiese alentado, el hubiese estado un poquito mejor, para que pueda adaptarse a su nueva vida y de esta manera, tal vez lograría de a poco subir su estado de ánimo y hasta, quien sabe, la metamorfosis desapareciera.
Sostengo que el amor es mucho mas valioso que el dinero y que esta obra a pesar de ser fantástica, nos muestra lo hipócrita que podemos ser socialmente e incluso dentro del seno familiar. Gregor se convirtió en un bicho, algo increíble, pero cuántas veces se deja de lado a las personas mayores, a los discapacitados porque no nos son útiles.
¿No creen que en nuestro camino hay muchos Gregors?.

Rocío Da Silva - Argentina

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