El cuarto de atrás son dos cosas, por ende hay cosas diferentes en cada uno. El primero está ubicado en la antigua casa de la narradora, es un cuarto donde ella y su hermana inicialmente jugaban, luego pasó a ser un refugio, y finalmente termina siendo utilizado como despensa. El segundo cuarto de atrás, está en la cabeza de la protagonista, es el rincón de su memoria donde almacena todos aquellos recuerdos que valen la pena recordar. El enigmático hombre de negro se encarga de, a través de preguntas, desarrollar una cadena de recuerdos que se entrelazan entre sí, de ese cuarto de atrás olvidado en la memoria de la narradora. Recuerdos que juntos arman desordenadamente la biografía de ella, comenzando por los usos del cuarto de atrás en su antigua casa, hasta sus experiencias amorosas en Portugal, y recuerdos de su niñez.
Ambos cuartos se relacionan entre sí en ciertos aspectos, ya que los dos resultan un refugio para la narradora. El real en su casa, durante tiempos de guerra, y el segundo que resulta en varios folios escritos sobre sus memorias almacenadas en el cuarto de atrás interno. Estos folios vendrían a representar la literatura, es decir, su refugio.
Ambos cuartos se relacionan entre sí en ciertos aspectos, ya que los dos resultan un refugio para la narradora. El real en su casa, durante tiempos de guerra, y el segundo que resulta en varios folios escritos sobre sus memorias almacenadas en el cuarto de atrás interno. Estos folios vendrían a representar la literatura, es decir, su refugio.
“– ¿A qué edad empezó a escribir? – me pregunta el hombre de negro (…)
– ¿Quiere decir a qué edad empecé a refugiarme?”
Luego, ambos cuartos de atrás pasaron a servir de despensa, una de alimentos y otra de recuerdos. “(...) los recuerdos que pueden darnos alguna sorpresa viven agazapados en el cuarto de atrás, siempre salen de allí, y solo cuando quieren (…)”
En conclusión, el cuarto de atrás almacena todos esos recuerdos de la autora plasmados en los folios, recuerdos que se despiertan a raíz de situaciones y sentimientos encontrados, en este caso producidos por la presencia del hombre de negro. Todo esto envuelto en la literatura de misterio, donde la ambigüedad le da al lector la libertad de pensar si ciertas cosas ocurrieron en realidad o no. Todo esto está organizado desordenadamente, en la despensa del cuarto de atrás.
Catalina Luna (PERÚ)
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