Esta novela me pareció interesante porque más allá de tener elementos fantásticos que la dejan fuera de la realidad, se observa sentimientos que muchos seres humanos - sobre todo hoy en día – valoran; como por ejemplo: la obsesión por la belleza y la juventud con lo que esto significa en el relato y en la actualidad.
“Usted tiene la juventud más maravillosa, y la juventud es la única cosa que vale tener” “Para mi la belleza es la maravilla de las maravillas. Solamente la gente banal es quien no juzga por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible no lo invisible…”
Desde el comienzo muestra el culto por la belleza, poniéndola en lo más alto en la escala de valores. Esto no sería negativo si a partir de ella no se desprendieran antivalores: la vanidad, el egoísmo y la hipocresía.
El final la hace más interesante, porque es en ese instante donde se manifiesta que “la belleza” no es todo en la vida, que es efímera y no es indispensable para ser feliz. Dorian Gray mientras la sostuvo nunca pudo lograr la dicha ya que su alma siempre se vio manchada, en ese espejo que fue su retrato interior.
“Como había asesinado al pintor, ahora asesinaría el trabajo del pintor, y todo lo que significaba. Mataría el pasado, y cuando estuviera muerto, el sería libre. Asesinaría esa monstruosa alma viva, y sin sus ominosas advertencias, estaría en paz…”
María José Holt - ARGENTINA
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