domingo, 18 de abril de 2010

Autodiscriminación

Al discriminar damos un trato de inferioridad a otra persona que puede herir y dejar marcas para siempre. ¿Pero qué sucede cuando uno se autodiscrimina? Se abre una puerta sin sentido y se pierde la confianza en si mismo por lo tanto se entra al mundo de la autodestrucción. Eso es lo que le sucedió a Cuéllar. Si intentamos hacer un análisis psicológico de este personaje podemos distinguir su propia autodiscriminación. Cuéllar basó su vida en suposiciones; nunca se animó a saber realmente si Teresita lo hubiese aceptado. Fue más fácil para él, pensar que no; su accidente lo había bloqueado totalmente. Su silencio y su miedo a vivir tuvieron como consecuencia la falta de oportunidad.

No podemos culpar a Teresita porque accedió al amor de otro joven. ¿Hasta cuándo iba a esperar? Los personajes femeninos de la obra se plantearon esta incógnita y disculparon así a la muchacha.

El hecho de que Teresita saliera con otro, en verdad fue trágico, sin embargo Cuéllar no tenía nada que perder. ¿Qué hubiera pasado si enfrentaba su realidad y le expresaba sus sentimientos y le contaba su secreto? El rechazo o la aceptación. Eligió perder la oportunidad de intentarlo.

Desde mi punto de vista Cuéllar conjeturaba siempre lo que le iban a decir u opinar sobre él. Se sumergió en un mundo de cuestionamientos y dudas, no intentó enfrentar su realidad, por tal motivo se hundió en su propia autodiscriminación y al mismo tiempo en su autodestrucción.

Florencia Balmaceda - Argentina

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