jueves, 22 de abril de 2010

La muerte de dos jóvenes; el rencor de dos familias

¿Será que Romeo y Julieta murieron en vano? o ¿Será que fue cosa del destino?

En realidad Romeo y Julieta fenecieron para concretar su amor y poder sosegar el odio entre sus familias.

Al leer el desenlace de esta historia, como lector sumergido en ella, no pude evitar pensar en otro final, obviamente más feliz. Una pregunta constante se plasmó en mi mente: ¿Es posible que si el rencor entre Montescos y Capuletos no hubiese existido, los jóvenes no se hubiesen suicidado? La respuesta es obvia y encierra el deseo de lectores que buscan un final feliz.

Sin embargo es preciso especificar que si la tragedia no hubiese existido, esta historia no hubiera pasado a la perpetuidad. Por lo tanto, el odio, el amor y la muerte fueron sucesos ineludibles. Ese amor incondicional que terminó en suicidio nació para salvar a Montescos y Capuletos y sin ninguna duda para que hoy todos nos emocionemos por esta hermosa tragedia de amor.

Mariana Segovia – Argentina

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